Pamela Anderson en una carta abierta al futuro presidente de Estados Unidos, le pide directamente que cumpla sus deseos como, por ejemplo, legalizar la marihuana. “Creo que deberíamos legalizar la marihuana, con impuestos y controles (productos medicinales a base de cáñamo, etc). Esto haría nuestras fronteras menos corruptas y creo que, eventualmente, será una opción más segura para nuestros niños en el largo plazo. Debemos ser capaces de cultivar el cáñamo en América y esto crearía trabajos y sería bueno para el medio ambiente”.También se muestra en contra de la experimentación con animales. La considera inefectiva y anticuada. “Nadie quiere que continúe esa crueldad sin sentido”.
Piensa que el sistema de salud privado es “corrupto y no funciona”, pidiendo que todos tengan acceso a un seguro proporcionado por el gobierno.
Otro punto es el de la promoción del vegetarianismo, “que debería ayudar a terminar con el hambre en el mundo”, que la industria de crianza está “asesinando al medio ambiente y matando salvajemente a tantos animales”, es “insalubre e impracticable”.
Piensa que el sistema de salud privado es “corrupto y no funciona”, pidiendo que todos tengan acceso a un seguro proporcionado por el gobierno.
Otro punto es el de la promoción del vegetarianismo, “que debería ayudar a terminar con el hambre en el mundo”, que la industria de crianza está “asesinando al medio ambiente y matando salvajemente a tantos animales”, es “insalubre e impracticable”.
En su carta le recomienda dos libros: "The shock doctrine: The rise of disaster capitalism", de Naomi Klein y "Crimes against nature: How George W. Bush and His Corporate Pals Are Plundering the Country and Hijacking Our Democracy", de Robert Kennedy.
En el primero de ellos, The shock doctrine, la autora lanza un ataque polémico y convincente contra el fundamentalismo del libre mercado. Muestra cómo los oportunistas de la economía necesitan y promueven la miseria y el desastre, retando a examinar los eventos que cambian al mundo.
El segundo libro, Crimes against nature, Robert F. Kennedy acusa a la Administración Bush de haber llegado a un nivel de clientelismo corporativo tal, que ahora amenaza la salud de los americanos, la seguridad nacional y la democracia.
El segundo libro, Crimes against nature, Robert F. Kennedy acusa a la Administración Bush de haber llegado a un nivel de clientelismo corporativo tal, que ahora amenaza la salud de los americanos, la seguridad nacional y la democracia.
En su carta, Pamela pide que libere a Leonard Peltier, activista amerindio de los Estados Unidos y miembro del Movimiento Amerindio. Peltier fue declarado en 1977 culpable y condenado (sin pruebas) a dos cadenas perpetuas consecutivas por el asesinato de dos agentes del FBI que murieron durante un tiroteoen 1975 en la reserva india de Pine Ridge, en los territorios sagrados Sioux de Dakota del Sur.
Ha habido mucho debate sobre la culpabilidad de Peltier y la imparcialidad de su juicio. Peltier está encarcelado en una cárcel estatal en Lewisburg, Pennsylvania. Su estado de salud es precario. Personajes como el Dalai Lama, la Madre Teresa de Calcuta, Juan Pablo II y Nelson Mandela entre otros líderes mundiales han intercedido ante varios presidentes de EE.UU. sin conseguir clemencia para Leonard Peltier. Pamela dice que “esta injusticia está alimentando el odio y la discriminación”.
Por otro lado pide que se cierre la base de Guantánamo, que pare las torturas, “que es el momento de aplicar soluciones pacíficas, de cooperación, en que todo el mundo comparta sus recursos, protegiéndose unos a otros”.
Refiriéndose a la inmigración ilegal dice que ellos pueden trabajar en ese país y pagar los impuestos, si no tienen antecedentes penales, que las cosas se les deben facilitar. Termina diciendo que “a veces algunos americanos tienen un sentido del derecho que no es saludable, insensato, egoísta”.
Refiriéndose a la inmigración ilegal dice que ellos pueden trabajar en ese país y pagar los impuestos, si no tienen antecedentes penales, que las cosas se les deben facilitar. Termina diciendo que “a veces algunos americanos tienen un sentido del derecho que no es saludable, insensato, egoísta”.
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