martes, 24 de marzo de 2009

"Mi madre me hizo machista"

Luis Racionero, escritor.Tengo 69 años. Nací en La Seu d´Urgell y vivo en Barcelona. Soy escritor. He vivido en pareja seis veces, y hoy vivo como un ermitaño. Tengo un hijo y una nieta. ¿Política? Soy un liberal inglés, a lo Isaiah Berlin. Soy taoísta, busco armonizarme con la naturaleza

¿De cuántas mujeres se ha enamorado?

De cinco.

¿Con cuántas ha convivido?

Con seis.

¿A cuántas dejó?

A tres.

¿Cuántas le dejaron?

Tres (una no me dejó dejarla, para dejarme luego). ¡Empate!

¿Se siente despechado?

La última me dejó tirado una víspera de Navidad: "Lo nuestro no tiene futuro". ¿Tanto le costaba decírmelo por Reyes? Eso duele. Estuve despechado, sí, pero hoy puedo comentarlo riéndome de mí mismo.

¿Ha vuelto a emparejarse?

He tirado la toalla de la convivencia con una mujer. Vivo como un ermitaño. ¡Al fin, he aprendido a estar solo!

"El mayor mal del hombre es no saber estar solo en una habitación", dijo Pascal.

Alguna noche, en la cama, siento añoranza de pareja, y entonces me digo: "¿Acaso querrías tener aquí a Fulanita?". ¡No! "¿Y a Menganita?". ¡No! ¡No! Y así me repongo.

¿Y cómo resuelve su pulsión sexual?

Como la han resuelto siempre los monjes.

¿La convivencia mata el amor, pues?

Sí. El roce diario desgasta. Te enamoras y buscas convivir: convives y te desenamoras.

¿Y si hoy vuelve a enamorarse, qué?

Me sé todo lo que puede pasarme con una mujer, conozco sus patrones de conducta.

Compártalos, si le place.

Uno: te hace creer que te las has ligado, cuando es ella la que elige. Dos: te hace creer que fornicas bien, cuando en la cama de una mujer todo hombre es un inválido.

Va bien saberlo...

Tres: la mujer te hace sentir culpable por sistema, para poder cobrártelo luego.

¿Es usted machista?

Mi madre me hizo así, por desgracia. Las madres hacen machistas a los hijos desde niños, y la mía lo hizo conmigo.

¿Cómo?

A mí me gustaba la cocina, pero mi madre me expulsaba: no me enseñó a cocinar, limpiar, lavar, planchar, hacer la cama…

Suena a excusa.

Ojalá las madres dejasen de fomentar la inutilidad doméstica de sus niños y dejasen de jactarse de que "mi niño las trae loquitas"..., pero persiste la conspiración femenina para hacer de los hombres unos inútiles.

¿De qué conspiración me habla?

La madre programa al niño para ser dependiente de una mujer. ¡La madre prepara a su hijo para la futura nuera! Y el niño, de adulto, obedecerá a la esposa como a una madre.

Alguna responsabilidad tendremos...

Somos manejados por el arte supremo de las mujeres: acabas suplicando hacer lo que la mujer íntimamente deseaba que se hiciese. "Vale, lo haré por ti", concede entonces ella. Y él queda en deuda. ¡Magistral! Los hombres deberíamos aprender a hacer esto.

¿No sabemos?

El hombre debe feminizarse, adoptar habilidades femeninas. Sería más autosuficiente, emotivo, detallista y mejor cuidador.

¿Y qué debería hacer la mujer?

Encontrar la manera de dar ventaja al hombre. Al ser ellas superiores, sólo si nos diesen ventaja podríamos ser iguales. Si no, la mujer vivirá en un mundo de capados.

¿Capados?

La mujer ha logrado salir de casa para independizarse del varón y para construir su vida, feliz logro. Pero eso ha descolocado al hombre: el triunfo de la mujer ha dejado, pues, un mundo de hombres mutilados. Y agresivos, algunos, por impotencia. ¡Y vivir en ese mundo no es nada agradable para las mujeres! Deberían hallar el modo de ayudarnos a salir adelante, o si no...

¿O si no, qué?

Las mujeres acabarán tratando sólo con mujeres, y clonándose. Y los hombres, mirando fútbol. Y los hijos, malcriados por madres haciéndose perdonar por estar fuera.

¿Cómo deberían educar a sus hijos?

Adiestrándolos a no depender de una mujer cocinera o mujer asistenta, y enseñándoles que amar a una mujer no es poseerla.

¿Ha hecho alguna tontería por amor?

¡Por amor se hacen sólo cosas amables! Por celos y orgullo herido, en cambio, sí se hacen tonterías: yo le disparé a la ventana del poeta Panero por ligar con mi pareja. Quise asustarle, y se asustó y se largó del pueblo. Mi pareja no me lo perdonó y me quemó el original de mi novela Cercamón...

¿Mantiene tratos con sus ex mujeres?

Con algunas, sí. Con otras no, por engaños y falsedades imperdonables.

¿Qué cree usted que quiere la mujer de un hombre?

Seguridad, controlarle y quedarse con todo.

Hombre...

Seguridad: busca a un hombre espabilado, con recursos y medios. Control: una vez lo tiene seducido, juega a cambiarle (es su ludopatía). Y por ahí yo no paso: rompo. Y entonces ella quiere quedarse con todo: ya he asumido que mi karma en esta vida es poner pisos a mujeres, dejarlas bien situadas.

Diría que es usted algo más misógino que misántropo.

Día sí y día no. "Mire, las mujeres son para mirarlas de lejos y sólo a algunas, de cerca" me dijo una vez el gran Josep Pla.

¿Cómo debería ser una mujer para interesarle?

Intermitente. Aparecer durante tres semanas y desaparecer durante otras tres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

(Me llamo Raquel Arroyo)

Asombroso. Un hombre que no parece haber conocido (ni interesado en ello, parece) en distancias cortas más que a 6 mujeres (y alguna más, espero), no tiene el menor reparo en elaborar una teoría general sobre los patrones de conducta de toda la población femenina. Además, nos augura un gran apocalipsis, en el que ¡horror y novedad! las mujeres sólo tratarán con mujeres si no somos más buenas y nos comportamos como antes, "dando ventaja al hombre" (¡como tienen tan pocas...!). Mire, sr. Racionero, las mujeres trataban sólo con mujeres hace 50 años, porque los hombres no les concedían la más mínima cordura o autoridad en el debate o decisión de determinadas cuestiones. Ahora, no sólo no sucede lo que usted nos vaticina, sino que los hombres son muchísimo menos "rancios" y no se castran cuando descubren que las mujeres, como ellos mismos, tienen tantos matices de pensamientos como diversidad de conductas, tal y como corresponde a lo diverso del ser humano, el femenino y el masculino. No, sr. Racionero, la mujer que usted describe, quizá exista, pero será única, como usted mismo: habrá alguno que, leyéndole aquí, se identificará totalmente con sus verdades de dogma, pero muchos otros reaccionarán como yo misma. Pero incluso los que lo vean aquí como su clon, discreparán con usted en otras lecturas. Por eso, porque no hay dos iguales. Los patrones de conducta de los que habla le pueden resultar a usted muy funcionales para construirse un mundo perfectamente significado, pero, siento decirle, nada real. Y, desde luego, es, el que nos presenta, el suyo, un mundo demasiado pequeñito, reducido y reduccionista, como para que nos lo "venda" como pensamiento universal.

Por otra parte, su madre posiblemente contribuyó a sus cimientos, pero, espero, no habrá sido la única persona con la que ha tenido usted contacto a lo largo de su vida, de modo que lo inquebrantable de su machismo debería atribuirselo exclusivamente a usted mismo, que, porque así le haya tocado y/o convenido, se ha echo impermeable/ciego a cualquier muestra que se salga de los esquemas que usted mismo se ha fabricado. Y lo afirmo con rotundidad porque conozco (usted mismo tiene que conocer algunos)hombres educados por madres machistas que no sólo no han llevado esa parte de su educación hasta las últimas consecuencias, sino que la han contravenido. ¿No hay cosas en usted que a su madre no le habría gustado que usted hiciese/pensase/dijese? Pues del mismo modo en que ha conseguido formar su propio criterio al margen del de su madre en esos otros aspectos, podría haberlo conseguido con su percepción de las mujeres. Asuma su responsabilidad, al menos en cuanto a su vida se refiere, que las mujeres del mundo ya tenemos bastante con lo del pecado original como para cargar también con la responsabilidad de sus relaciones fallidas y la de la inalterabilidad de sus percepciones y teorías.

Anónimo dijo...

Perdón por ese hecho sin h.