domingo, 3 de noviembre de 2013

Tras la muerte de Manolo Escobar

Cuando murió este cantante que marcó una época leí bastantes artículos referentes a su persona. Si no recuerdo mal, todos sus autores comenzaban diciendo que no les gustaba su estilo y a continuación pasaban a contar alguna peculiaridad de su persona de la que eran conocedores.
De todo esto di en pensar que él convivían el personaje y la persona y que había alguna diferencia entre ambas facetas. Así que fui a ver la Wikipedia, que en aquellas cosas en las que no intervienen los nacionalistas da una información bastante fiable. Y aquí me encontré con una gran sorpresa: Tres meses después de conocerla, se casó con Anita Marx, sin que ninguno de los dos conociera el idioma del otro. Y este matrimonio ha durado hasta que ha muerto él, 53 años después de la boda.
Este detalle habla muy bien de ambos. Han de ser muy buenas personas los dos para poder hacer algo así. Podía presumirse que dos personas tan inteligentes como para entender el lenguaje de los ojos tendrían inquietudes culturales y también eso lo corroboraban quienes les conocieron.
Queda la cuestión de las canciones. Las que cantaba no encajaban con el personaje que debió ser en la vida real, tan culto, sensible y delicado. Pero el personaje que subía a los escenarios no escribía sus canciones. Lo hacían otros y probablemente se acomodaban a lo que el público quería. De modo que ese personaje, en realidad, no era Manolo Escobar, sino que era el retrato de buena parte de la sociedad española. Pero estas cosas también se dan en otros ámbitos de la vida, como la pintura o la literatura. De la política más vale no hablar, porque en este caso ocurre también la manipulación.
En cualquier caso, gusten más sus canciones o gusten menos, hay que reconocer que cantaba bien y que transmitía optimismo, cosa que hizo hasta el final de sus días. Particularmente, creo que lo más llamativo de su vida que es la historia de su amor.
Resulta muy agradable indagar en la vida de las personas admirables. Y ahora cabe desearles toda la suerte del mundo a Anita, su viuda, y a Vanessa, su hija.
El dibujo es de Rocko

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho la interpretación que haces tanto de la persona como del personaje de Manolo Escobar y la relación entre ambos. Un escrito que queda para el recuerdo. Gracias Vicente.