viernes, 7 de abril de 2017

Gente pequeña

Supongamos a un alemán humilde que vive en la época de los nazis y que no sólo no se convierte en uno de ellos, sino que además esconde en su casa a un judío, con el enorme riesgo que conlleva que lo descubra alguno de los vecinos o los mismos nazis.
Sigamos imaginando que vencidos los nazis, algo que no podía prever en principio, el humilde alemán, nuestro héroe, vuelva a su trabajo de siempre sin que su hazaña, tan fuera del alcance de la mayoría de la población, sea recompensada, porque el judío que gracias a él pudo salvar su vida carece de medios económicos y no puede ir más allá del agradecimiento moral y el resto de la población es incapaz de darse cuenta de su valía.
Pronto, las personas mezquinas, que abundan en todas partes, lo menospreciarán, porque necesitan paliar el sentimiento que tienen de su escasa valía y el modo que encuentran para ello es menospreciar a otros.
El concepto ‘gente pequeña’ es antiguo, pero dicho con esas palabras tiene autor. Por lo menos, sólo se lo he oído una persona, y fue con referencia a cierto periodista que presta sus servicios en el diario del conde y que pudiendo ser brillante resulta patético al tener que explicar o defender lo inexplicable e indefendible.

Pero ignoro los criterios generales con que, al margen de ese caso, los aplica a otras personas. No sé, por ejemplo, como consideraría al alemán citado, porque no todo el mundo está capacitado para reconocer a un héroe, incluso aunque conozca su historia, no digamos ya a ciegas. Este alemán del principio, con nazis o sin nazis, siempre había sido igual, lo que ocurre es que sus cualidades no son de las que sirven para medrar en este mundo nuestro en el que los pelotas (¿ser pelota es una cualidad?) se desenvuelven tan bien.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupenda visión de la condición de héroe. Felicitamos a Vicente Torres por dos virtudes que tiene: la brevedad en la exposición, y lo atinado de su enfoque.
Saludos cordiales.
Pancracio Celdrán, de RNE.

Mª Jesús Díaz, mamá de Chusi dijo...

Es muy importante que los héroes no se extingan, que sobrevivan de generación en generación para que haya destellos de luz en la oscuridad y se pueda seguir viendo el horizonte. El porvenir siempre estará lo suficientemente virgen como para que se sigan dando héroes y pelotas miserables.

Mª Jesús Díaz, mamá de Chusi dijo...

Es muy importante que los héroes no se extingan, que sobrevivan de generación en generación para que haya destellos de luz en la oscuridad y se pueda seguir viendo el horizonte. El porvenir siempre estará lo suficientemente virgen como para que se sigan dando héroes y pelotas miserables.

VICENTEALMENARCLIMENT dijo...

Su humildad era su gran bagaje para la extraordinaria heroicidad que hizo el alemán, sin esperar nada a cambio, ni siquiera el reconocimiento que, solo está al alcance de muy pocos, como bien dices, querido Vicente. Con ordinaria naturalidad hizo lo que creyó debía hacer, sin importarle las posibles consecuencias posibles. Abrazos